2042 (a la manera de Cortázar)
Encontré este historia en Duolingo Stories y me parecí escrita a la manera de Cortázar.
Joanna se despierta repentinamente y mira alrededor de la sala muy confundida. Todo está tranquilo. ¿En qué momento me quedé dormida?" —piensa ella. "Generalmente, yo no hago siesta en la tarde". El reloj indica que son las cinco de la tarde, sus padres ya deberían estar en casa. Joanna los busca por toda la casa, pero no puede encontrarlos por ninguna parte.
Está confundida, pero piensa que debe haber una buena razón para que se hayan retrasado. Se sienta nuevamente en el sofá y toma un libro de la mesita de la sala. Se queda leyendo durante unas horas. Cuando finalmente voltea a ver hacia afuera, ya es de noche.
"¿Dónde están mis padres?" —dice ella. De repente, escucha un ruido que viene desde la entrada de la casa. La puerta principal se sacude por unos segundos como si alguien estuviera tratando de abrirla. Se levanta para ver quién está en la puerta, pero cuando la abre no hay nadie del otro lado. Sin embargo, ahora la puerta ya no tiene llave.
Se sienta nuevamente en el sofá y se pregunta si solo se lo imaginó. Pero cuando abre su libro nuevamente, escucha más ruidos extraños: un objeto grande que se mueve por el piso del segundo nivel y un estruendo en la cocina. También escucha voces detrás de ella. Se empieza a preocupar más cuando escucha todos esos ruidos extraños. "¿De dónde vienen esos ruidos? No hay nadie en la casa, excepto yo" —dice ella aterrorizada. De repente, ¡una puerta se cierra de golpe! Joanna salta del sofá aterrorizada.
"¡¿Dónde está mi teléfono?!" —grita ella. Al recordar que lo dejó en su habitación, sube las escaleras rápidamente y corre directo hacia el final del pasillo. Se asusta al ver lo que hay dentro de su habitación.
Una niña, casi de la misma edad de Joanna, sale del clóset. La ropa que lleva puesta es rara ¡y se sorprende al ver a Joanna! Muy asustada, Joanna da un paso hacia atrás, alejándose de ella. Las dos niñas se miran fijamente y ambas están completamente desconcertadas. Joanna no sabe qué decir.
"¿Quién es esta niña? ¿Qué hace en mi habitación? ¿Cómo llegó aquí?" —piensa Joanna. Cierra los ojos y trata de pensar qué debería decirle a la niña. Unos segundos después, abre los ojos otra vez, pero la niña ya no está. "¿A dónde se fue?" Ella está segura de que la niña no pasó caminando a su lado.
Aterrada, comienza a buscar su teléfono en la habitación. Aunque la niña ya se ha ido de la casa, Joanna todavía piensa que debe llamar a la policía y a sus padres. Sin embargo, aunque buscó por todas partes, ella no pudo encontrar su teléfono. Sin poder pedir ayuda, ella decide salir de su casa e ir a la de su vecino.
Muy nerviosa, ella camina de regreso hacia el pasillo. "¿Quién era esa niña? ¿Por qué su ropa era tan rara? ¿Dónde están mis padres?" —piensa ella. Ahora Joanna puede escuchar voces en el primer nivel. Se queda muy callada y trata de escuchar lo que dicen. "La vi, mamá" —dice una niña en voz baja. "¡Estaba en mi habitación!" "¿Estás segura, cariño?" —responde una voz de mujer.
Joanna se pone la mano sobre la boca , demasiado asustada como para moverse. "¡Hay personas en mi casa! ¡¿Qué hacen aquí?! ¿Cómo voy a salir de aquí?" —piensa ella.
Se arma de valor para hablarle a las personas y exigirles que se vayan. Joanna comienza a bajar las escaleras y mira a su alrededor. Pero no hay nadie. "¿A dónde se fueron? ¡Estoy segura de que escuché voces!" —dice confundida. De repente, a Joanna la asalta un pensamiento aterrador: "¿Hay fantasmas en mi casa? ¿O solo me estoy imaginando locuras?"
Baja las escaleras corriendo. Está a punto de salir de la casa para pedir ayuda, pero en ese instante ella escucha voces que vienen de la cocina. Joanna espera unos momentos y agarra una lámpara grande que está en la mesa del pasillo para protegerse. "¡Ellos están en mi casa! ¡Ellos son los que deben irse!" —piensa, sintiéndose muy valiente. Se prepara para entrar a la cocina.
Ella baja por las escaleras del pasillo y desde la esquina mira hacia la cocina. Hay tres personas paradas alrededor de la mesa. Ellos están viendo algo en una computadora, pero Joanna no puede ver la pantalla. De repente, ella se da cuenta de que la cocina se ve… diferente. Hay muchas cosas electrónicas que son raras; las paredes tienen un color diferente y la casa no huele como antes.
"¿Qué pasó aquí? ¡¿Qué le hicieron a mi casa?!" —piensa ella. La niña que Joanna vio en su habitación se asusta y señala la pantalla de la computadora. "¡Esa es ella! ¡Esa es la niña que vi!"
Confundida y también muy cansada, Joanna se acerca y les dice en voz alta: "¡Váyanse de mi casa o llamaré a la policía!" Pero nadie le contesta. Joanna les vuelve a hablar, esta vez con una voz más fuerte: "¡No es una broma! ¡Mis padres llegarán a casa pronto!".
Pero nadie se da la vuelta. En ese momento, ella lo ve: un calendario en la pared, al lado del refrigerador. Joanna se da cuenta de la fecha en el calendario: septiembre del 2042.
"¡¿2042?! ¿Por qué razón tendrían un calendario con una fecha para la que todavía faltan décadas?" —se pregunta. Joanna vuelve a mirar hacia la mesa donde están las tres personas. La ropa de todos ellos es tan rara. Ella da unos pasos hacia la mesa para echar un vistazo.
En la pantalla de la computadora ve la foto de su propia familia. El encabezado de la foto dice: "Tres personas asesinadas en su casa". "Qué historia tan triste" —explica la madre de la niña. "Alguien entró por la fuerza a su casa y los mató a todos".
"Quizás solo te sientes nerviosa porque nos acabamos de mudar a esta casa, Elena" —dice el hombre mientras coloca la mano sobre el hombro de la niña. "Pero ya sabíamos lo que había ocurrido en esta casa cuando la compramos. Esta no es una sorpresa".
"Sé lo que vi, ¡era ella!" —dice Elena mientras señala la pantalla de la computadora.
Joanna cierra los ojos y trata de recordar. Respira profundamente y, de repente, recuerda muchas cosas desagradables: un hombre con un arma, sus padres en el suelo y que ella se sentía muy asustada. Luego, no recuerda nada más, aparte de haberse despertado esta mañana.
"Bueno, si en verdad la viste" —dice la mujer con suavidad—, "tal vez ahora ella pueda irse de esta casa. Ella ahora ya sabe que otra familia vive aquí".
Joanna grita porque se da cuenta de lo que está pasando. Ella es el fantasma.
(Julio Cortázar)
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