Venta de garaje

(fuente: ¿Cómo, cuál?)
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Mientras Isabel va en su carro, ella mira una venta de garaje de una señora mayor. Decide entrar porque le gusta comprar libros viejos. Allí encuentra un libro que le gusta. La señora que lo vende le dice que el libro pertenecía a su esposo fallecido. Isabel regresa a su carro y mira una carta saliendo del libro. Intrigada, Isabel saca el sobre y lee la carta. Un hombre le escribe a su amiga de la escuela, Gabriela, preguntándole con quién debería casarse. Isabel sonríe al darse cuenta sobre la vida privada de alguien que se enamoró hace más de setenta años. José no sabe si debe casarse con Mónica o con Samantha. Mónica es práctica y responsable, pero no es divertida. Samantha es divertida, pero no es responsable. Él espera que Gabriela le ayude a decidir. Isabel sonríe una vez más. Quiere saber si la señora que le vendió el libro era Mónica o Samantha. ¡Ella quiere saber con quién se casó este hombre! Isabel toma la carta y regresa a la venta de garaje. Encuentra a la señora y le pregunta: "Disculpe, ¿me puede decir su nombre?". Isabel respira hondo, esperando saber si será Mónica o Samantha. La mujer sonríe y dice: "Me llamo Gabriela".

(fuente: duolingo)

Y después de todo, ¿cómo fue Gabriela? ¡Buena pregunta! ¿Práctica y no divertida, como Mónica? O, por el contrario, divertida e irresponsable, como Samantha? Un pensamiento no me da paz, ¿y si Gabriela no fuera práctica, aunque tampoco divertida?

Uno de mis amigos quería casarse con una mujer teniendo tres cualidades: ser una señora en el salón, una cocinera en la cocina y una puta en la cama. Bueno, él encontró a una mujer así, con todas esas cualidades, pero no en el buen orden: era señora en la cocina, cocinera en la cama, y puta en el salón.




(Refranero español)